lunes, 11 de abril de 2011

10 días para el cambio

Esta primera entrada a lo que de ahora en adelante será un blog, un diario y posiblemente una terapia mental para soportar lo que me toque vivir en los próximos meses.

Aun ni se como he decidido dar el paso de irme a vivir a un país báltico buscando una vida mejor, pero está claro que mi vida necesitaba un cambio y a poder ser uno radical. Estonia creo que cumple sobradamente los conceptos de radicalidad y además confío en las posibilidades del país y de la vida que pueda llevar en el. Siendo tan diferente como es al mio creo que realmente podré llegar a adaptarme a aquello. Siempre he sido de esas personas que lo ven todo o blanco o negro, cosa que me ha dado muchos disgustos y alguna que otra alegría. Por esa razón he perdido muchas de las cosas que mas he querido en la vida, pero espero de verdad que esa misma manera de ser me de el coraje suficiente como para empezar de cero en un nuevo lugar donde todo será nuevo para mi.

Funcione o no el caso es que está decidido, en 10 días, el 21 de abril, jueves santo para mas señas, mi vida dará un cambio radical y espero que ese cambio ponga fin a la etapa mas negra  de los 34 años que llevo pisando este planeta llamado tierra.

Es curioso como la mente puede condicionar una vida, como lo que puede parecer sólido como una roca se deshace como un castillo de arena ante la mas mínima ola, como una decisión tomada en caliente o un hecho fortuito sobre el que es imposible tener el más mínimo control puede arruinar una vida entera. Arruinar o cambiar, el tiempo lo dirá, pero lo que es claro es que este escribiente que os relatará alguna que otra historia en este blog ha sufrido mucho estos últimos años por ambas cosas, una mala decisión (o varias) y un suceso fortuito.

Siempre he creído en una especie de Karma, a la manera de Earl Hickey, uno de los personajes de ficción que mas me ha hecho reír en mi vida. "Haz cosas buenas y te pasarán cosas buenas", esa es su filosofía de vida y la mía también, así que supongo que todo lo que haya podido sufrir en estos últimos años se debe también a eso, a que no he hecho las cosas bien. Espero que este intento de cambiar satisfaga al Karma y al fin tenga un poco de paz y de felicidad en mi vida y en mi cabeza, que falta me hace.

10 días quedan para el cambio mas radical que haya dado a mi existencia y mientras pasan, lentos como caracoles, solo me queda preparar el viaje. Ahora mismo y por ser mas concretos, ordenar años y años de facturas y papeles, puesto que no se cuando volveré.

Stay in tune.


Edit: Desde que he escrito esta entrada no he dejado de pensar en la expresión "lento como un caracol".
Por alguna razón que desconozco me encanta (aunque nunca la use) y además, dado que este blog tiene como una de sus funciones principales el compartir mis experiencias en Estonia no me puedo resistir a publicar aquí una foto que Kadri, una de mis queridas anfitrionas de las que ya os iré hablando, me mandó hace poco tiempo. Resulta que los caracoles Estonios son mas lentos que los nuestros, o eso el el frío es exponencialemente mayor y si no me creéis mirad lo que le pasó al pobre caracol estonio que solo trataba de cruzar una carretera. La foto os aseguro que es real.

2 comentarios:

  1. DAVID! PARECE QUE ESTONIA TE ESPERA... SUERTE Y MUCHO ANIMO!!! UN ABRAZO ENORME.

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  2. yo ya te dije una vez que a las personas buenas, sólo le pasan cosas buenas. =)

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