miércoles, 20 de abril de 2011

24 hours and counting...

A poco mas de 24 horas de mi marcha sigo con miles de cosas sin tachar en mi lista de cosas para hacer antes de irme.

Una vez mas mi mudanza será en el último minuto. Una vez mas haré corriendo en el último día lo que no he podido hacer antes por alguna clase de bloqueo sentimental. Se me hace duro dejar mis cosas atrás, pero sobre todo se me hace duro distribuirlas en cajas que no volverán a ser abiertas durante varios meses, o quizás años.

La composición de esas cajas, aunque parezca algo nimio, para mi es sumamente importante. Cada pequeña cosa está junto con las demás cosas de esa caja con un propósito. Para mi este tipo de cajas son como esas cápsulas del tiempo que los niños entierran para recuperarlas décadas después y sorprenderse con su propia selección, pero sobre todo emocionarse con las sensaciones ya olvidadas que les volverán a traer esos objetos. Puede ser cualquier cosa y su valor, al contrario que muchas otras cosas de la vida. nada tiene que ver con el monetario. Entre mis recuerdos mas preciados hay llaveros, mecheros, dados o hasta figuritas de un Kinder Sorpresa. No importa lo que sea tanto como lo que pudo significar en un momento dado y de momento al menos, mi capacidad de revivir emociones con esos pequeños objetos es infinita.

De ahí que mis mudanzas sean tan terriblemente lentas y que a 24 horas para cargar mis maletas en el coche aun me queden unas cuantas cajas por cerrar. Llegado este momento nadie puede imaginarse las ganas que tengo de llegar ya a mi destino. Me pregunto como es que en una sociedad tan tecnológica como esta en la que vivimos no es posible que alguien pueda leer mis sentimientos con un lector y sea capaz de organizar esas cajas en el orden correcto. Así al volver a abrirlas, cuando quiera que pueda o quiera volver a hacerlo mi sorpresa sea doble y las emociones que revivan sean si cabe mas intensas.

Por de pronto una capsula del tiempo en si misma será este PC del que me estoy despidiendo con estas palabras. Gracias a el mi descenso a los abismos ha tenido un camino de vuelta, gracias a el he tenido esta fantástica oportunidad de empezar a vivir de nuevo en otro lugar y gracias a el también mi vida social estos últimos años ha alcanzado unas cotas de "normalidad anormal" lo suficientemente altas como para mantenerme cuerdo y tener un contacto con el mundo real. La tentación de desvanecerse ha sido tremenda durante mucho tiempo, pero unos ridículos juegos e interminables horas de conexión me han dado muchísimas gratas sorpresas en cuanto a vida social se refiere.

Gracias a todos los que me habéis apoyado, gracias a todos los que me habéis mantenido en mi sitio, gracias a los que me habéis dado oportunidades y a los que habéis visto algo en mi que ni yo mismo recordaba que tenía. Salvo que milagrosamente mañana tenga tiempo para postear algo este será el ultimo post de este blog escrito en España y las verdaderas tribulaciones de un gallego en Estonia empezarán a ser la materia habitual de reflexión en estas lineas.

Por eso y por lo que pudiese pasar... Gracias.

3 comentarios:

  1. Desde la experiencia puedo decir que el 90% de todas esas cajas acaba siendo... BASURA
    No es por joder pero es verdad. Hay cosas que te traen recuerdo pero a los 2 segundos piensas: para que conho guarde esto?
    En fin. Suerte con todo my friend!!!


    FDO:
    El Kanguro

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  2. Son curiosas las mudanzas, hay algunas cajas que se abren años después y vemos que lo que guardamos en ellas, ya no significa nada... en otras se nos descubre un mundo de emociones...
    y siempre... siempre... algo que consideramos importante se perdió en el camino y por más que lo buscamos en las cajas cerradas ya no esta.

    Mucha suerte, que la diosa de la fortuna te sea favorable.

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